Friday, January 30, 2009

Un vistazo al infinito que habitamos

FILOSOFIA – DESARROLLO ARMONICO – DESARROLLO SUSTENTABLE – MAS ALLA DE LA TIERRA
El mirador
Santiago Kovadloff
Viernes 30 de enero de 2009 Publicado en edición impresa
A merced como vive de sus conflictos, apremiado por la tensión diaria que le imponen, por un lado, la lucha por la subsistencia y, por el otro, un futuro plagado de incertidumbres, el hombre de hoy, huérfano de convicciones orientadoras, se muestra casi siempre sordo al llamado que le formula la más enigmática de sus circunstancias: la de ser un habitante del infinito.
No hay paradoja metafísica mayor que ésta, ya que evidencia que el hombre ocupa un lugar en lo que, radicalmente considerado, carece de medida y forma, aun cuando, con más presunción que conocimiento, se designe a ese imponderable con la palabra cosmos. El hombre es, ciertamente, alguien que en alguna "parte" está y, a la vez, una criatura inubicable, puesto que, en la medida en que "habita" en el infinito, no se encuentra en ningún lugar.
El hecho es que, ya sea bajo el peso que lo abruma y desorienta cuando en la noche sus ojos encuentran la inmensidad del cielo o cuando lo domina la fascinación de lo que a simple vista observa, el hombre común (y común, en este orden de cosas, somos la inmensa mayoría) poco y nada sabe de astronomía.
Acaso por eso, la UNESCO, cuyas más altas responsabilidades son la educación y la cultura, se propuso ayudar a revertir tal limitación y declaró, a 2009, "Año Mundial de la Astronomía".
La idea es alentar el arraigo y la difusión, entre profanos, de esa pasión todavía minoritaria que consiste en explorar, mediante el empleo de un telescopio, al menos algunos indicios de eso que Borges llamó "el inconcebible universo". No faltarán, además, charlas y talleres sobre el tema, que se llevarán a cabo en más de 130 países.
El propósito es llegar a unas 10 millones de personas. La cifra puede impresionar como ambiciosa pero en verdad resulta insignificante si se la coteja con el número de habitantes del planeta que deberían estar en condiciones de respaldar con su entusiasmo esta maravillosa iniciativa, que honra, ciertamente, la hazaña cumplida hace 400 años por Galileo Galilei.
No sabemos de ninguna otra especie, a excepción de la nuestra, que esté dotada para el ejercicio de la contemplación. Es cierto que el hombre, por lo menos el occidental contemporáneo, no parece muy proclive a cultivar esa aptitud, enquistado como suele andar en una relación casi exclusivamente instrumental con cuanto lo rodea.
No obstante y pese a todo, propensos como somos a la curiosidad, el asombro y a la eventual indagación de aquello que nos extraña, seguramente la UNESCO logrará su generoso propósito y serán incontables los corazones que saldrán conmovidos y beneficiados por su formidable iniciativa, que es también, hay que decirlo, la de la Unión Astronómica Internacional y las Naciones Unidas.
Quiero recordar, para ir terminando, que entre los incontables bienes que nos legó Aristóteles figura esta evocación, compuesta, al parecer, en su juventud: "Dicen que cuando le preguntaron a Anaxágoras por qué se debe preferir el nacer y el vivir al no nacer, respondió la pregunta así: Por ver los cielos y las cosas que hay en ellos, las estrellas, la luna y el sol y el orden todo del universo". En términos menos inspirados, lo que subraya el filósofo es que el hombre y sólo él, hasta donde sabemos, tiene ocasión de ensanchar, y por lo tanto de enriquecer, la percepción del misterio que él mismo encarna mediante la observación de ese otro misterio - el celestial -, que lo circunda y en el que está inmerso.
Por último, y más cerca en el tiempo de nosotros, está lo que decía Saint - John Perse. Ese poeta mayor de la lengua francesa, consideraba que la ciencia y la poesía eran "dos hermanas ciegas de nacimiento" lanzadas a explorar, cada una con su propio instrumental, dos oscuridades convergentes: la de la noche cósmica y la del alma humana.
Publicado en LA NACION.

Thursday, January 29, 2009

Primer round para Obama

DESARROLLO ARMONICO – DESARROLLO SUSTENTABLE – POLITICA INTERNACIONAL
Claves americanas
Por Andrés Oppenheimer
Martes 27 de enero de 2009 Publicado en edición impresa
MIAMI.- ¡Pobre Hugo Chávez! Tras contemplar las primeras medidas tomadas por el presidente estadounidense, Barack Obama, el líder populista venezolano y sus discípulos en América latina deben estar pensando: “Contra [George W.] Bush estábamos mejor”.
En sus primeros días en la presidencia, Obama ordenó el cierre de la prisión de Guantánamo en el plazo de un año, firmó un decreto que prohíbe torturar a los prisioneros de Estados Unidos en cualquier parte del mundo, abrió los registros de la Casa Blanca para hacer su gobierno más transparente y reiteró de diversas maneras el mensaje de su discurso inaugural dirigido a los demagogos antiestadounidenses, de que sus pueblos “los juzgarán por lo que sean capaces de construir, no por lo que destruyan”.
Al revertir algunas de las políticas de Bush que más alentaron el sentimiento antiestadounidense en el mundo, Obama ha empezado a moverles el piso a Chávez y a otros demagogos aspirantes a presidentes vitalicios que han construido sus carreras políticas culpando a los Estados Unidos por el atraso de sus países.
Obama ganó el primer round. Los ha puesto a la defensiva. De repente, les resulta difícil recitar su cartilla de improperios contra un presidente joven, afro americano, que con frecuencia tiene índices de aprobación más altos en sus propios países que ellos mismos.
Hasta Fidel Castro -el máximo maestro del arte de usar a los Estados Unidos como chivo expiatorio de las carencias de su país- trata a Obama con guantes de seda. En una columna, la semana pasada, Castro dijo que no duda de la “honestidad” de Obama, aunque agregó que todavía es muy temprano para evaluarlo.
Ahora bien, si Obama quiere renovar el liderazgo de los Estados Unidos en las Américas, como prometió durante la campaña, debería adoptar las siguientes medidas adicionales (algunas de ellas ya están siendo estudiadas por sus colaboradores) antes de la Cumbre de las Américas, que se llevará a cabo en Trinidad y Tobago el 17 de abril:
Antes de llegar a su primera cumbre internacional en Londres, el próximo 2 de abril, Obama debería proponer la inclusión de Brasil y de México en el G-8. Este grupo, que se reúne todos los años para tratar de solucionar los problemas más graves del mundo, está constituido por Estados Unidos, Japón, Rusia, Canadá, Italia, Alemania, Francia y Gran Bretaña.
Anunciar la designación de un enviado especial a las Américas, que tenga acceso directo a Obama. El cargo fue desempeñado por el ex jefe de gabinete y compañero de jardín de Bill Clinton Mack Mc Larty, pero fue discontinuado por Bush.
Tomar medidas que permitan a los estadounidenses usar sus seguros de salud en hospitales en el exterior. Eso ayudaría a solucionar la crisis de los servicios de salud estadounidenses, contribuiría a reducir el déficit presupuestario de Washington y representaría una enorme inyección de dinero para las industrias de la salud y el turismo en América latina.
Debería concretar su promesa de campaña de reducir la dependencia estadounidense del petróleo extranjero (ver Pág. 3) y crear una “alianza energética de las Américas”, con fondos y asistencia técnica para las industrias exportadoras de combustibles alternativos de toda América latina. Eso ayudaría a todos (salvo a Chávez, claro, que vive del petróleo).
Pedirle al Congreso la aprobación de acuerdos de libre comercio con Colombia y Panamá. Obama se opuso al acuerdo con Colombia durante la campaña, pero ahora podría firmar algunos acuerdos laterales y respaldarlos activamente.
“El continente busca un cambio de tono, pero también busca ciertas acciones específicas”, me dijo Eric Farnsworth, vicepresidente de la Sociedad de las Américas y coautor de un nuevo informe sobre la construcción de una agenda hemisférica de crecimiento que incluye algunas de estas ideas. "Obama debería aprovechar la oportunidad de la Cumbre de las Américas para crear desde el principio una atmósfera positiva.´´
Mi opinión: estoy de acuerdo. Si lo hace, Obama desarmará aún más a Chávez, a Castro y a otros mandatarios narcisistas-leninistas de la región.
Obama podría inspirarse en lo que dijo la semana pasada el encargado de negocios estadounidense en Bolivia, Krishna Urs, después de que el presidente Evo Morales afirmara, sin evidencias, que Washington está conspirando contra su gobierno. Urs, que estaba presente, se marchó de la sala y más tarde exigió que el gobierno boliviano “deje de usar a Estados Unidos como una ficha en su política interna”.
Obama podrá exigir que los líderes extranjeros sean juzgados por lo que construyan -y no por sus denuncias contra Washington- si sigue siendo visto en el resto del mundo como un líder bien intencionado y creíble.
A juzgar por sus primeros días en la Casa Blanca, empezó muy bien.
Publicado por LA NACION.

Wednesday, January 28, 2009

Obama reducirá la dependencia del petróleo extranjero

CALENTAMIENTO GLOBAL DEL PLANETA - GASES DE EFECTO INVERNADERO - DESARROLLO ARMONICO - DESARROLLO SUSTENTABLE
Nueva era en EE.UU. / La lucha contra el cambio climático
Lanzó un plan para obligar a las automotrices a fabricar vehículos menos contaminantes
Martes 27 de enero de 2009 Publicado en edición impresa
WASHINGTON.- En un giro radical respecto de la controvertida política energética del gobierno de George W. Bush, el presidente norteamericano, Barack Obama, lanzó ayer una lucha frontal contra la dependencia del petróleo extranjero y el cambio climático, dos "amenazas urgentes para la seguridad nacional", en palabras del propio mandatario, que dejó claro que "ningún asunto es tan fundamental como el de la energía".
"No vamos a ser rehenes de recursos que se están agotando, de gobiernos hostiles y de una Tierra ya golpeada", declaró Obama en un acto en la Casa Blanca en el que presentó las primeras medidas energéticas y medioambientales de su administración.
Estados Unidos importa la mitad del petróleo que consume. Entre los "gobiernos hostiles" que le suministran crudo se encuentra la Venezuela de Hugo Chávez, que ya ha saludado al nuevo inquilino de la Casa Blanca a su manera: "Es el mismo miasma [que Bush]", dijo el líder bolivariano después de que Obama afirmara que Chávez había contribuido a paralizar el progreso en América latina.
Caracas le vende 1,3 millones de barriles diarios a Estados Unidos. Con la caída estrepitosa de los precios del crudo [de 150 dólares a menos de 40 dólares por barril en un año], la decisión de Washington de restringir su dependencia del petróleo foráneo podría debilitar las finanzas del gobierno chavista.
Autos menos contaminantes
Una de las órdenes ejecutivas firmadas ayer por Obama emplaza a los fabricantes de automóviles a producir vehículos de consumo eficiente, es decir, que arrojen menos gases de efecto invernadero para 2011. A diferencia de Bush, que se resistió durante mucho tiempo a imponer medidas que obligaran a los fabricantes a la producción de vehículos menos contaminantes, Obama dijo ayer que la nueva regulación "no representa un mayor peso para la industria del motor, sino que la prepara para el futuro".
En otra orden ejecutiva, Obama ordenó a la Agencia de Protección del Medio Ambiente -el organismo federal encargado de la supervisión ecológica- que revisara los bloqueos contra las iniciativas de 13 estados para establecer limitaciones a las emisiones de los automóviles. "Se han acabado los tiempos en los que Washington arrastraba los pies", dijo ayer Obama.
En diciembre de 2007, la administración de Bush bloqueó los esfuerzos de California y otros 12 estados para limitar las emisiones de dióxido de carbono de los autos bajo el argumento de que la Casa Blanca ya había abordado el asunto con la firma de una ley que debía asegurar para el año 2020 que la flota de vehículos del país tuviera un rendimiento de 35 millas por galón de combustible consumido. La Casa Blanca nunca puso en marcha medidas para acompañar la normativa, por lo que ayer Obama dio instrucciones para asegurar su cumplimiento.
La normativa de California, a la vanguardia en medidas ecológicas, establecía mayores niveles de eficiencia energética con el objetivo de reducir en un 30 por ciento las emisiones de los vehículos entre 2009 y 2016. La medida fue rechazada por el poderoso lobby del sector del automóvil.
Tras el anuncio de Obama, el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, declaró que California y el medio ambiente "tienen ahora un fuerte aliado en la Casa Blanca". "Permitir a California y a otros estados reducir fuertemente sus propias emisiones de gases contaminantes de los automóviles significa una victoria histórica para la pureza del aire", agregó.
Las iniciativas anunciadas ayer representan un nuevo golpe al legado de Bush, después de que la semana pasada Obama firmara una serie de decretos en los que ordenó el cierre de la prisión de Guantánamo y las cárceles secretas de la CIA, pusiera fin a la tortura como método de interrogatorio y permitiera la financiación de grupos pro aborto en el extranjero.
Con la apuesta por un cambio drástico en la política energética, Obama cumple otra de sus promesas electorales: la de situar a Estados Unidos al frente de la lucha contra el cambio climático a nivel mundial. "Mi administración no negará los hechos, se guiará por ellos", dijo Obama en clara referencia a la negación de Bush sobre la existencia y los peligros del cambio climático.
Y para confirmar la importancia de la política medioambiental en el gobierno de Obama, el departamento de Estado que dirige Hillary Clinton anunció ayer el nombramiento de Todd Stern como delegado a cargo de las políticas sobre calentamiento global. Stern, abogado y experto en cuestiones de medio ambiente, ya fue asesor gubernamental entre 1993 y 1998, durante los mandatos de Bill Clinton.
Publicado por LA NACION.

Tuesday, January 27, 2009

Una mirada fugaz y superficial al Discurso del Presidente de los EE.UU. Barack Obama

DESARROLLO ARMONICO - DESARROLLO SUSTENTABLE - POLITICA INTERNACIONAL
Por Adolfo Cristian Farizano
Corrientes, Argentina,
27 de enero de 2009. Hora Argentina: 12:30 a.m.
He seleccionado los párrafos que transcribo a continuación, empleando lo que llamo una "Visión TransEnerCliMa" del Discurso Inicial del flamante Presidente de los EE.UU.
Este artículo es tan solo un enunciado de las frases del Discurso atinentes al objeto de investigación auto impuesta hacen ya 12 años. En otros artículos, iré realizando las reflexiones particulares pertinentes.
Para no correr el riesgo de que las frases seleccionadas queden fuera de contexto, sugiero ubicarlas, en caso de duda, en el texto completo del Discurso que se encuentra debajo de este.
Sin más, vamos a los párrafos elegidos del Discurso del Presidente Barack Obama:
“Cada día hay nuevas evidencias de que la forma en que usamos la energía fortalece a nuestros adversarios y amenaza a nuestro planeta.”
“Construiremos las calles y los puentes, la red eléctrica y las líneas digitales que alimentan nuestro comercio, y que nos unen. Devolveremos la ciencia a su debido lugar, y usaremos las maravillas de la tecnología para incrementar la calidad de nuestro sistema de salud y reducir su costo.”
“Domaremos el sol y los vientos y la tierra para alimentar nuestros vehículos y hacer funcionar nuestras fábricas. Y transformaremos nuestras escuelas y colegios y universidades para enfrentar los desafíos de la nueva era.”
“Con viejos amigos y ex adversarios, trabajaremos incansablemente para reducir la amenaza nuclear, y hacer retroceder el espectro del calentamiento del planeta.”
“A los pueblos de las naciones pobres, prometemos trabajar con ustedes para hacer florecer sus cultivos y que fluya el agua limpia, para nutrir cuerpos hambrientos y alimentar espíritus voraces.”
“A aquellas naciones que como nosotros gozan de una relativa abundancia, les decimos que no podemos permitirnos la indiferencia ante quienes sufren en nuestras fronteras, ni podemos consumir los recursos mundiales sin tener en cuenta sus efectos. Porque el mundo ha cambiado y debemos cambiar con él.”
Nota: Los artículos de TransEnerCliMa son publicados exclusivamente en este Blog o Bitácora personal, no siendo reproducidos en ningún Medio de Comunicación Social.

Wednesday, January 21, 2009

Texto completo del discurso de asunción del Presidente Barack Obama

DESARROLLO ARMONICO - DESARROLLO SUSTENTABLE - POLITICA INTERNACIONAL
Me presento hoy ante ustedes con humildad ante la tarea que tenemos por delante, agradecido por la confianza que me otorgan y consciente de los sacrificios realizados por nuestros ancestros.
Agradezco al presidente Bush por los servicios prestados a nuestra nación, así como por la generosidad y cooperación mostradas a lo largo de esta transición.
Cuarenta y cuatro estadounidenses han prestado ahora juramento presidencial. Lo han hecho en períodos de prosperidad y en medio de las calmas aguas de la paz. Sin embargo, de vez en cuando el juramento fue pronunciado bajo nubes amenazantes y fuertes tormentas. En esos momentos, Estados Unidos ha mantenido el rumbo no solamente gracias a la pericia o la visión de sus dirigentes, sino también porque, Nosotros el Pueblo, mantuvimos la fe en los ideales de nuestros padres fundadores, y fuimos respetuosos de nuestros documentos fundacionales.
Así ha sido. Así deberá ser con esta generación de estadounidenses.
Que estamos en medio de una crisis es bien sabido. Nuestra nación está en guerra, contra una amplia red de violencia y odio. Nuestra economía está gravemente afectada, como consecuencia de la avaricia e irresponsabilidad de algunos, pero también por nuestro fracaso colectivo en tomar las decisiones difíciles y en preparar a la nación para una nueva era. Se han perdido hogares, puestos de trabajo, varias empresas debieron cerrar. Nuestro sistema de salud es demasiado costoso, nuestras escuelas dejan de lado a muchos de nuestros niños, y cada día hay nuevas evidencias de que la forma en que usamos la energía fortalece a nuestros adversarios y amenaza a nuestro planeta.
Estos son indicadores de la crisis, basados en datos y estadísticas. Menos mensurable pero no menos profunda es la pérdida de la confianza en nuestro país, alimentada por el temor de que el declive Estados Unidos es inevitable, y que la próxima generación deberá reducir sus expectativas.
Hoy les digo que los desafíos que enfrentamos son reales. Son graves y numerosos. No serán superados fácilmente o en un corto período. Pero sepan esto, estadounidenses, ¡serán superados!
En este día nos reunimos porque elegimos la esperanza en lugar del temor, la unidad de objetivos en lugar del conflicto y la discordia.
En este día, proclamamos el fin de las reivindicaciones efímeras y las falsas promesas, las recriminaciones y los dogmas perimidos, que por demasiado tiempo han lastrado nuestra política.
Seguimos siendo una nación joven, pero como dicen las Escrituras, llegó el momento de dejar de lado los juegos infantiles. Llegó el momento de reafirmar nuestra fortaleza de carácter, de elegir la mejor parte de nuestra historia, de apelar a nuestras virtudes, a esta noble idea transmitida de generación en generación: la promesa dada por Dios de que todos somos iguales, todos somos libres, y todos merecemos la oportunidad de buscar toda la felicidad posible.
Reafirmando la grandeza de nuestra nación, comprendemos que la grandeza nunca está asegurada. Debe ser ganada. Nuestro sendero jamás estuvo hecho de atajos, y nunca nos contentamos con menos. No ha sido el camino para los timoratos -para los que prefieren el placer en lugar del trabajo, o buscan solamente las delicias de la riqueza y la fama.
Por el contrario, han sido los que se arriesgan, los emprendedores, los que hacen cosas -algunos conocidos, pero más frecuentemente hombres y mujeres cuyo trabajo es desconocido-, los que nos impulsaron en el largo y difícil sendero hacia la prosperidad y la libertad.
Por nosotros, recogieron sus pocas pertenencias y viajaron a través de océanos en busca de una nueva vida.
Por nosotros, trabajaron en inhóspitos talleres y se asentaron en el Oeste, resistieron latigazos y labraron la dura tierra.
Por nosotros, lucharon y murieron, en lugares como Concord y Gettysburg; Normandía y Khe Sahn.
Una y otra vez esos hombres y mujeres lucharon y se sacrificaron y trabajaron hasta que sus manos se llenaron de llagas, para que nosotros pudiéramos vivir una vida mejor. Ellos vieron a Estados Unidos más grande que la suma de sus aspiraciones individuales, más grande que todas las diferencias de nacimiento o riqueza o facciones.
Esa es la vía que proseguimos hoy. Seguimos siendo la nación más próspera y poderosa de la Tierra. Nuestros trabajadores no son menos productivos que cuando comenzó esta crisis. Nuestras mentes no son menos creativas, nuestros bienes y servicios no menos necesitados de lo que lo eran la semana pasada o el mes pasado o el año pasado. Nuestra capacidad se mantiene intacta. Pero han acabado los tiempos del inmovilismo, de la protección de intereses mezquinos y de la dilación de decisiones difíciles. A partir de hoy debemos levantarnos, sacudirnos la desidia y recomenzar la tarea de reconstruir el país.
Porque donde sea que miremos, hay trabajo que hacer. El estado de nuestra economía llama a la acción, enérgica y rápida, y actuaremos -no solamente para crear nuevos empleos, sino para sentar nuevas bases para el crecimiento. Construiremos las calles y los puentes, la red eléctrica y las líneas digitales que alimentan nuestro comercio, y que nos unen. Devolveremos la ciencia a su debido lugar, y usaremos las maravillas de la tecnología para incrementar la calidad de nuestro sistema de salud y reducir su costo.
Domaremos el sol y los vientos y la tierra para alimentar nuestros vehículos y hacer funcionar nuestras fábricas. Y transformaremos nuestras escuelas y colegios y universidades para enfrentar los desafíos de la nueva era. Podemos hacer todo eso, y todo eso lo haremos.
Ahora, hay algunos que ponen en duda el alcance de nuestras ambiciones, que sugieren que nuestro sistema no puede generar demasiados planes. Su memoria es corta. Olvidaron lo que este país ya hizo, lo que los hombres y mujeres libres pueden lograr cuando la imaginación se une a un objetivo común, y la necesidad al coraje.
Lo que los cínicos no llegan a comprender es que el suelo se ha abierto bajo sus pies, que los viejos argumentos que tanto tiempo se nos impuso ya no tienen validez. La cuestión que ahora nos planteamos no es si nuestro gobierno es demasiado grande o demasiado pequeño, es saber si funciona, si ayuda a las familias a hallar trabajo y sueldos decentes, a tener cuidados médicos asequibles, y una jubilación digna. Cuando la respuesta sea afirmativa, seguiremos adelante. Cuando sea negativa, pondremos fin a esos programas.
Y a quienes entre nosotros manejamos el dinero público se nos debe pedir cuentas -para gastar de forma sensata, acabar con los malos hábitos y ser transparentes-, porque sólo entonces podremos restaurar la vital confianza entre el pueblo y su gobierno.
Tampoco se trata de preguntarse si el mercado es una fuerza del bien o del mal. Su poder para generar riqueza y extender la libertad es incomparable, pero esta crisis nos ha recordado que, sin una atenta vigilancia, el mercado puede descontrolarse, y que una nación no puede ser próspera cuando sólo favorece a los más ricos.
El éxito de nuestra economía no ha dependido solamente de la importancia de nuestro Producto Interno Bruto, sino también de nuestra prosperidad; de nuestra capacidad para ofrecer oportunidades a quienes lo desean, no por caridad, sino porque es el camino mas seguro para alcanzar el bien común.
Para nuestra defensa común, rechazamos por falsa la opción entre nuestra seguridad y nuestros ideales. Nuestros Padres Fundadores, que se enfrentaban a peligros difícilmente imaginables, elaboraron una Constitución sometida al imperio de la ley y a los derechos humanos, una norma que se ha perpetuado generación tras generación. Aquellos ideales aún iluminan el mundo, y no renunciaremos a ellos por intereses turbios.
Así, digo a todos los demás pueblos y gobiernos que nos observan hoy, desde las grandes capitales hasta el pequeño pueblo donde mi padre nació: sepan que Estados Unidos es amigo de cada nación y de cada hombre, mujer y niño que busca un futuro de paz y dignidad, y que estamos dispuestos a ejercer nuestro liderazgo una vez mas.
Recuerden que las precedentes generaciones se enfrentaron al fascismo y al comunismo no solamente con tanques y misiles, sino también con resistentes alianzas y sólidas convicciones. Comprendieron que solamente nuestro poder no podría protegernos, ni permitirnos hacer lo que quisiéramos. En cambio, comprendieron que nuestro poder es mayor cuanto mas prudente es; que nuestra seguridad emana de la justeza de nuestra causa, de la fuerza de nuestro ejemplo, y de las cualidades de la humildad y la moderación.
Somos los continuadores de este legado. Guiados por esos principios una vez más, podemos superar estas nuevas amenazas que requieren incluso un mayor esfuerzo, mayor cooperación y comprensión entre naciones.
Comenzaremos a dejar responsablemente Irak a su pueblo, y a forjar una paz duramente ganada en Afganistán. Con viejos amigos y ex adversarios, trabajaremos incansablemente para reducir la amenaza nuclear, y hacer retroceder el espectro del calentamiento del planeta. No nos disculparemos por nuestro estilo de vida, ni vacilaremos en su defensa, y a quienes tratan de hacer avanzar sus objetivos provocando el terror y matando a inocentes, les decimos que nuestro espíritu es más fuerte y no puede ser doblegado, que sobreviviremos a ellos y los derrotaremos.
Porque sabemos que nuestra herencia multicultural es una fuerza, no una debilidad. Somos una nación de cristianos y musulmanes, judíos e hindúes y de no creyentes. Estamos integrados con todos los idiomas y culturas, llegados de cada rincón de esta Tierra, y porque probamos el amargo sabor de una guerra civil y de la segregación, y emergimos de ese oscuro capítulo más fuertes y más unidos, no podemos dejar de creer que los viejos odios deben ser superados algún día, que las divisiones tribales deberán disolverse pronto, que en la medida en que el mundo se hace más pequeño, nuestra humanidad común deberá revelarse, y que Estados Unidos debe jugar un papel para orientarnos hacia una nueva era de paz.
Con el mundo musulmán, buscaremos un nuevo enfoque para avanzar, basado en el interés y el respeto mutuos. A aquellos líderes del mundo que buscan alentar los conflictos o atribuir los problemas de nuestras sociedades a Occidente, sepan que sus pueblos los juzgarán por lo que puedan construir, no por lo que destruyan.
Quienes se mantienen en el poder a través de la corrupción, la mentira y silenciando a la disidencia, sepan que están en el lado equivocado de la historia, pero que les extenderemos la mano si están dispuestos a aliviar el cerco.
A los pueblos de las naciones pobres, prometemos trabajar con ustedes para hacer florecer sus cultivos y que fluya el agua limpia, para nutrir cuerpos hambrientos y alimentar espíritus voraces.
A aquellas naciones que como nosotros gozan de una relativa abundancia, les decimos que no podemos permitirnos la indiferencia ante quienes sufren en nuestras fronteras, ni podemos consumir los recursos mundiales sin tener en cuenta sus efectos. Porque el mundo ha cambiado y debemos cambiar con él.
Cuando consideramos el camino que se abre ante nosotros, recordamos con humilde gratitud a los valerosos estadounidenses, que en este mismo momento, patrullan distantes desiertos y remotas montañas. Tienen algo que decirnos hoy, al igual que los héroes caídos que yacen en Arlington a través de los tiempos. Les rendimos honores no solamente porque son los guardianes de nuestra libertad, sino porque representan el espíritu de servicio, la voluntad de encontrar un significado en algo que los trascienda.
Y en este momento -un momento que definirá a una generación- es precisamente ese espíritu el que debe habitarnos a todos.
Porque por mucho que un gobierno pueda y deba hacer, es finalmente la fe y la determinación del pueblo estadounidense lo que sostiene a esta nación. Es la amabilidad de acoger a un extraño cuando los diques se rompen, la solidaridad de los trabajadores que prefieren trabajar menos horas para que un amigo no pierda su trabajo lo que nos guía en las horas oscuras. Es el coraje de un bombero que corre hacia un edificio humeante, pero también la determinación de los padres de alimentar a su hijo, lo que finalmente decide nuestro destino.
Nuestros desafíos pueden ser nuevos. Los instrumentos con los que los enfrentamos pueden ser nuevos. Pero todos estos valores de los cuales depende nuestro éxito -trabajo duro y honestidad, valor y lealtad, tolerancia y curiosidad, lealtad y patriotismo- son antiguos. Esos valores son verdaderos. Han sido la fuerza silenciosa del progreso a lo largo de nuestra historia.
Lo que se nos pide es, pues, un retorno a esas verdades. Lo que se requiere de nosotros ahora es una nueva era de responsabilidad, un reconocimiento, por parte de cada estadounidense, de que tenemos deberes para con nosotros mismos, deberes que no aceptamos a regañadientes, sino que los acogemos de buena gana, firmes en la convicción de que nada es tan satisfactorio para el espíritu, tan decisivo en nuestro carácter, como dar todo de nosotros ante una tarea difícil.
Éste es el precio y ésa es la promesa de la ciudadanía.
Esta es la fuente de nuestra confianza: saber que Dios nos llama a dar forma a un destino incierto.
Este es el significado de nuestra libertad y nuestro credo: por qué hombres, mujeres y niños de todas las razas y religiones pueden unirse en una celebración a lo largo de esta magnífica explanada, y por qué un hombre cuyo padre hace menos de sesenta años no podría haber trabajado siquiera en un restaurante, puede ahora presentarse ante ustedes para hacer el juramento más sagrado.
Entonces, marquemos este día recordando quiénes somos y cuán lejos hemos llegado. En el año del nacimiento de Estados Unidos, en los meses más fríos, un pequeño grupo de patriotas se apiñaba, muriendo en los campos de batalla sobre las riberas de un río helado. La capital fue abandonada. El enemigo estaba avanzando. La nieve estaba teñida de sangre. En el momento en que la revolución era más incierta, el padre de nuestra nación (George Washington) dictó estas palabras para que fueran leídas al pueblo:
"Que se diga al mundo del futuro... que en la profundidad del invierno, cuando nada podía sobrevivir sino la esperanza y la virtud... que la ciudad y el país, acechados por un peligro común, salieron a enfrentarlo".
Oh Estados Unidos. Ante nuestros peligros comunes, en este invierno de dificultades, recordemos esas palabras eternas. Con confianza y con virtud, enfrentemos una vez más esas corrientes heladas, y soportemos las tormentas que puedan venir.
Que los hijos de nuestros hijos digan que cuando fuimos sometidos a prueba nos negamos a abandonar el desafío, que no nos echamos atrás ni vacilamos, y con los ojos puestos en el horizonte y con la gracia de Dios, llevamos este gran don de libertad y lo entregamos intacto a las futuras generaciones.
Traducido y publicado por EFE.
Comentario TransEnerCliMa: discurso pronunciado sin leer, ante aproximadamente 2 millones de personas presentes, ante el Mundo y ante la Historia. En artículos sucesivos a partir de este momento, analizaremos los puntos del discurso que de alguna manera entren en la zona de interés particular del propósito que guía la existencia del Centro de Investigación Independiente TransEnerClima.