Wednesday, June 20, 2007

El Vaticano y los accidentes de tránsito

Por Adolfo Cristian Farizano
BUENOS AIRES, 20 de junio de 2007.
El Vaticano, preocupado por los numerosos muertos en calles y rutas mundiales, lo expresó en ¨Orientaciones para la Pastoral de la Carretera¨. Dicho documento fue presentado por el Cardenal Renato Martino, Presidente del Consejo Pontificio para los Emigrantes e Itinerantes,
La Iglesia reflexiona y contribuye de esta manera frente al fenómeno de la movilidad humana actual, particularmente por carretera y tren.
Algunas reflexiones
El comportamiento humano cambia radicalmente si se es conductor o peatón.
A muchos, cuando conducen, les aflora el instinto de dominio, prepotencia y poder y usan el automóvil como objeto de ostentación de sí mismos, para eclipsar a los otros y provocar envidia.
¨Conducir quiere decir controlarse¨, pero abundan faltas de cortesía, gestos ofensivos, imprecaciones, blasfemias, pérdidas del sentido de la responsabilidad y violaciones deliberadas a las normas de tránsito.
Los automóviles deben estar siempre revisados.
En el siglo XX hubo unos 35 millones de muertos y alrededor de mil quinientos millones de heridos en accidentes de carretera. En el año 2000, los muertos fueron 1.260.000.
El Vaticano en consecuencia exhortó a respetar las normas de tránsito, recordó la virtud de la prudencia, advirtió sobre la distracción, el uso de teléfonos celulares mientras se conduce, y lo malo que resulta manejar alcoholizados o drogados.
Ante accidentes con o sin muertes, recuerda la virtud de la justicia, ya que el causante debe responder ante ella para reparar el daño causado.
También hace ver la necesidad de animar a las familias de las víctimas para que perdonen al agresor.
El Vaticano propone un decálogo del conductor, a semejanza de los Diez Mandamientos y una educación callejera que enseñe a ser conscientes del peligro y de la responsabilidad y obligaciones de conductores y peatones.
Pide se eduque en esto a los niños, en las familias y las escuelas.
Como cada vez se desplazan más personas y son más los transportistas, el Vaticano propone una pastoral de la carretera, que contemple apoyo espiritual, la instalación de capilla fijas o móviles en nudos de autopistas, centros cristianos de atención a los viajeros, etc.
Resalta que no está de más que el viajero se haga la señal de la cruz antes de emprender un viaje, ya que con ese signo nos entregamos directamente a la protección de la Santísima Trinidad. También es recomendable orar y rezar el rosario durante el viaje.
Los Diez Mandamientos del Conductor
1. No matarás.
2. La carretera sea para ti un instrumento de comunión entre las personas y no de daño mortal.
3. Cortesía, corrección y prudencia te ayuden a superar los imprevistos.
4. Sé caritativo y ayuda al prójimo en la necesidad, especialmente si es víctima de un accidente.
5. El automóvil no sea para ti expresión de poder y dominio y ocasión de pecado.
6. Convence con caridad a los jóvenes y a los que ya no lo son de que no se pongan al volante cuando no están en condiciones de hacerlo.
7. Brinda apoyo a las familias de las víctimas de los accidentes.
8. Reúne a la víctima con un automovilista agresor en un momento oportuno para que puedan vivir la experiencia liberadora del perdón.
9. En la carretera tutela al más débil.
10. Siéntete tú mismo responsable de los demás.
TransEnerCliMa adhiere firmemente a este llamado del Vaticano y pide a los que lean este mensaje, que lo difundan generosamente, para que se pueda ejercer de esta manera la fuerza multiplicadora de la comunicación de boca en boca, en pos de algo tan bueno como es la conservación de la vida.

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