Wednesday, November 26, 2008

Chávez: el límite es el fraude

DESARROLLO ARMONICO – DESARROLLO SUSTENTABLE – POLITICA INTERNACIONAL - DEMOCRACIA - POPULISMOS
Por Mariano Grondona
Especial para lanacion.com
Miércoles 26 de noviembre de 2008 01:44 (actualizado a las 03:18)
Cuando un país está gobernado desde hace diez años por un presidente populista y autoritario, cada vez que sus ciudadanos son convocados a las urnas asoma el temor del fraude. Pero si ese presidente perdiera por dos veces consecutivas las elecciones, ¿habría que absolverlo de toda sospecha? Hace un año, el presidente Chávez perdió el plebiscito mediante el cual pretendía prolongarse indefinidamente en el poder. Ahora, ha vuelto a perder en las elecciones locales de los cinco distritos más ricos y poblados de Venezuela, incluida Caracas. ¿Diremos entonces que se ha convertido en un presidente democrático? La derrota, ¿garantiza la transparencia?
En su significación "fuerte", el fraude es la pura y simple falsificación de la voluntad popular. En su significación "débil", el fraude es una alteración de la voluntad popular que no llega a falsificarla enteramente. Se dice con serios fundamentos que hace un año, cuando fue derrotado por el "no" a su pretensión de reeleccionismo indefinido, una vez que las Fuerzas Armadas impidieron que falsificara groseramente las cifras de esta negativa, Chávez logró que ellas le toleraran al menos una alteración que amortiguó el impacto de su derrota. El suyo fue en ese entonces un fraude "débil", insuficiente para afirmar sin más que Venezuela se había quedado sin democracia.
Esta vez, al amenazar que sacaría los tanques a la calle si perdía las elecciones locales y al apretar como nunca las clavijas del clientelismo gracias a las cuales todavía consigue hacer como que gana en los distritos rurales más pobres, Chávez alteró de nuevo las cifras de lo que debió haber sido una elección insospechable, pero también hay que reconocer que la reiteración de este fraude "débil" no logró disimular su derrota. Aun en el borde del autoritarismo, pues, Venezuela continúa siendo una democracia.
El plazo presidencial de Chávez se extinguirá en 2013. Después de estas dos derrotas consecutivas, la esperanza de los venezolanos que aman la democracia se ha reforzado. Como van las cosas, ahora es más posible que nunca que, de aquí a cinco años, consigan desplazarlo definitivamente. Si, llevado por la desesperación, Chávez llegara a urdir en adelante algún fraude "fuerte", Venezuela perdería el residuo democrático que aún le queda. Pero si Chávez atravesara esta frontera, se convertiría en un dictador sin atenuantes. ¿Se animará a hacerlo en un país que ya le está dando la espalda? Si lo intentara, ¿no abriría la Caja de Pandora de la resistencia a la opresión?
Publicado por LA NACION.
Comentario TransEnerCliMa:
como dijo Sir Winston Churchill: “La democracia es un pésimo sistema pero no conozco otro mejor”, luego, creo que debemos luchar todos para ganar día a día la verdadera democracia en el mundo.

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