Por Adolfo Cristian Farizano
BUENOS AIRES, 23 de mayo de 2007.
Imagen: Trabajadores durante en corte de tránsito.
Viendo que no pasa nada, cada vez se fueron atreviendo a más, es decir, los han mal acostumbrado. Seguramente debe ser una más que justificada la protesta de los trabajadores, creo que nadie lo duda, pese a que no han sido respaldados por las autoridades del gremio correspondiente.
Pero, ¿que tienen que ver con este seguramente justo reclamo los que salieron muy temprano de sus casas para emprender un largo viaje?; ¿y los que están llegando de un largo y extenuante viaje?; ¿y los que tienen que llegar a tiempo a un trabajo, cerrar un negocio, una consulta con un médico?; ¿y los extranjeros que están de paso por las rutas con destino a otros países?; ¿y los camiones que transportan todo tipo de cargas para abastecer al mercado?; ¿Y tantas millones de situaciones más?. Viendo que los supremos repartidores de potencias e impotencias hacen oído sordo, no dan la cara o no se que otra cosa más, los trabajadores buscan hacer visible su problema ignorado por los que deben solucionarlos y arremeten sin piedad ni respeto sobre el derecho de los demás, amparados por esta nueva especie de terrorismo de tránsito. La víctima de todos los días es el automovilista, el camionero, el colectivero, y la gente que va o viene del trabajo y tantos más.
Esta vez, trabajadores del rubro alimentos, mantuvieron cortada la Autopista Panamericana durante aproximadamente dos horas, a partir de las 7 de la mañana, provocando un feroz congestionamiento (micro infarto del cuerpo social) en ambas manos de la arteria principal de la Argentina. Los vehículos debieron desviarse por una arteria secundaria, como hace la sangre en un bloqueo durante un infarto.
Según lo informado por Radio 10, la cola de vehículos pasaba los 30 km.
¿Hasta cuando debemos esperar para que se erradique esta malvada metodología impuesta en la Argentina desde hacen unos pocos años?. Recordemos aquello de que ¨la culpa no la tiene el chancho sino el que le de comer¨.
BUENOS AIRES, 23 de mayo de 2007.
Imagen: Trabajadores durante en corte de tránsito.Viendo que no pasa nada, cada vez se fueron atreviendo a más, es decir, los han mal acostumbrado. Seguramente debe ser una más que justificada la protesta de los trabajadores, creo que nadie lo duda, pese a que no han sido respaldados por las autoridades del gremio correspondiente.
Pero, ¿que tienen que ver con este seguramente justo reclamo los que salieron muy temprano de sus casas para emprender un largo viaje?; ¿y los que están llegando de un largo y extenuante viaje?; ¿y los que tienen que llegar a tiempo a un trabajo, cerrar un negocio, una consulta con un médico?; ¿y los extranjeros que están de paso por las rutas con destino a otros países?; ¿y los camiones que transportan todo tipo de cargas para abastecer al mercado?; ¿Y tantas millones de situaciones más?. Viendo que los supremos repartidores de potencias e impotencias hacen oído sordo, no dan la cara o no se que otra cosa más, los trabajadores buscan hacer visible su problema ignorado por los que deben solucionarlos y arremeten sin piedad ni respeto sobre el derecho de los demás, amparados por esta nueva especie de terrorismo de tránsito. La víctima de todos los días es el automovilista, el camionero, el colectivero, y la gente que va o viene del trabajo y tantos más.
Esta vez, trabajadores del rubro alimentos, mantuvieron cortada la Autopista Panamericana durante aproximadamente dos horas, a partir de las 7 de la mañana, provocando un feroz congestionamiento (micro infarto del cuerpo social) en ambas manos de la arteria principal de la Argentina. Los vehículos debieron desviarse por una arteria secundaria, como hace la sangre en un bloqueo durante un infarto.
Según lo informado por Radio 10, la cola de vehículos pasaba los 30 km.
¿Hasta cuando debemos esperar para que se erradique esta malvada metodología impuesta en la Argentina desde hacen unos pocos años?. Recordemos aquello de que ¨la culpa no la tiene el chancho sino el que le de comer¨.
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