Clinton vuelve

DESARROLLO ARMONICO – DESARROLLO SUSTENTABLE – RELACIONES INTERNACIONALES – POLITICA INTERNACIONAL
Por Mariano Grondona
Miércoles 3 de diciembre de 2008 01:22 (actualizado a las 02:20)
La frase "Clinton vuelve" podría pensarse restrictivamente en relación con el nombramiento de Hillary Clinton al frente de la Secretaría de Estado. En este sentido, Hillary Clinton "vuelve" de su reñida derrota frente a Obama en las primarias norteamericanas para reforzar la unidad del Partido Demócrata con vistas al inmenso esfuerzo que les espera al partido y al país a partir del próximo 20 de enero y para conducir junto a Obama nada menos que el replanteo de la política exterior de la primera potencia mundial.
Pero la frase "Clinton vuelve" podría pensarse también en un sentido más amplio si se tiene en cuenta que los que vuelven no son sólo Hillary Clinton y su marido, que forman un equipo, sino también, en cierto modo, los años de Bill Clinton en la Casa Blanca, donde gobernó desde el año1992 hasta el año 2000.
Decía Montesquieu que cada régimen político apela a un espíritu dominante. Por ejemplo el despotismo, para ser efectivo, necesita meter miedo porque apela al temor de los súbditos. La aristocracia, en cambio, debe apelar a la moderación porque necesita calmar la indignación que podrían sentir los ciudadanos ante la desigualdad, ante los privilegios de los que están mejor. Esta observación se aplica no sólo a las clases que están mejor dentro de un país sino también a los países que están mejor en el concierto de las naciones y, sobre todo, a los imperios.
Con su rostro sonriente, con sus buenas maneras, Bill Clinton encarnó en sus años de gobierno la moderación de los poderosos y por eso obtuvo esa vasta simpatía que Barack Obama procurará, ahora, restablecer. Bush, su antecesor, se dejó llevar en cambio por la fe en las bayonetas que predicaba la logia de los "neoconservadores" en torno de él. Impresionados por la aplastante victoria de los Estados Unidos sobre la Unión Soviética en 1989, que puso término a la Guerra Fría, los neoconservadores pretendieron extender a todos los dominios de la diplomacia el monopolio militar que había adquirido su país a partir de aquella fecha, ignorando la sabia frase de Talleyrand según la cual "con las bayonetas se puede hacer cualquier cosa menos sentarse sobre ellas". Y en el fondo "gobernar - advirtió Ortega y Gasset - es sentarse".
Ahora, siguiendo la tradición de los Clinton, Obama procurará sentarse. Así opondrá al terrorismo, que desvió a Bush por el falso sendero de la imitación del enemigo, el regreso a un diálogo no exento de firmeza, que es el signo inconfundible de los gobiernos moderados.
Publicado por LA NACION.
Comentario TransEnerCliMa: por las buenas que es sentándose a conversar, TODO; por las malas que es tratar de imponer la propia voluntad por la fuerza, NADA. Por las malas solo se consigue perder un tiempo precioso, vidas y demás, hasta llegar a la conclusión de que finalmente hay que sentarse a dialogar que es la única forma de entendernos. Pero para tener un diálogo fecundo, habría que aceptar que debemos saber ceder y ganar, en un permanente tire y afloje, no dejando nunca que la cuerda se tense tanto que se rompa y se deba recurrir al inútil y caro expediente de la violencia. Deberíamos pensar seguramente que el pobre no quiere seguir siendolo eternamente y que el poderoso debería comprender que el Desarrollo Armónico es el que permite que las naciones tengan la oportunidad de mejorar paulatinamente su calidad de vida, participación creciente en el concierto de las naciones del mundo, y de esta manera lograr entre todos tener un menor costo para la sociedad humana y la naturaleza.