Thursday, October 08, 2009

Crecimiento mundial alcanzó sus límites – Parte III

Por Richard Heinberg
Red Voltaire Sección: Economía Mundial
6 de octubre de 2009
En entrevista, el ecólogo estadounidense Richard Heinberg analiza las consecuencias para la actividad humana y las perspectivas futuras que conlleva la escasez de energía fósil: el crecimiento mundial ha alcanzado sus límites, afirma. Hace un año, el barril de petróleo alcanzaba su precio récord; ahora, países productores del energético anuncian el agotamiento de sus pozos.
Imagen: Destilería de Petróleo en Santa Cruz - Argentina.
—¿Cuál debiera ser la prioridad en materia de adopción oficial de decisiones? ¿Prepararse para la crisis o para el cambio climático?
—Muchos factores hacen que las soluciones de ambos problemas sean idénticas: reducir la dependencia de las energías fósiles y aumentar la producción de energías alternativas.
“A pesar de todo, algunas de las proposiciones de solución de la crisis climática son absurdas en relación con los límites del aprovisionamiento en combustibles fósiles. Tomemos un ejemplo, el de la recuperación y almacenamiento del carbono que emiten las centrales térmicas que funcionan con carbón. Es un proyecto que exigiría una inversión enorme y varias décadas para concretarlo.
Imagen: Central Térmica a Carbón de As Pontes - Galicia - España. Cortesía de El País de España.
Al mismo tiempo, el precio del carbón va a dispararse. Ése es un aspecto del problema que no se ha tenido muy en cuenta al prever los costos de ese “carbón limpio”. A priori, menos de 20 años nos separan del pico de producción mundial de carbón, como hago notar en Blackout, mi más reciente libro. Así que invertir con más moderación para desarrollar la producción de energías renovables sería más razonable que desplegar una amplia y costosa infraestructura destinada a mantener el consumo ininterrumpido de un combustible que se hace cada vez más difícil de encontrar, que cuesta cada vez más caro y que emite grandes cantidades de carbono.
—¿Prevé usted un aumento de la cantidad de conflictos alrededor de los recursos energéticos? De ser así, ¿cómo explica usted esa tendencia?
—Es de esperar. Los hombres siempre han peleado por los recursos esenciales. Hoy que los recursos energéticos en hidrocarburos que alimentaron la sociedad moderna escasean y son caros, es previsible un aumento de la cantidad de conflictos por el control de esos recursos.
Imagen: Fertilizantes y Pesticidas. Cortesía de Kalipedia.
Sabiendo eso, quienes toman las decisiones políticas a nivel nacional tienen que prever en qué lugares pueden estallar esos conflictos, y también tienen que tratar de evitarlos. Ante todo, el único medio para lograrlo es reducir la competencia por el acceso a esos recursos, disminuyendo la dependencia; allí donde es posible hacerlo (ciertos recursos, como el agua, son indispensables) y estableciendo acuerdos sobre la limitación de la producción y el consumo de energías fósiles mediante protocolos concertados de manejo de la escasez.
“Por supuesto, eso exige un cambio radical en las posiciones de los jefes de Estado. Hoy en día, la reflexión (de los jefes de Estado) gira únicamente alrededor de cómo obtener la ventaja de la competitividad. De forma esquemática, ellos están buscando cómo salir victoriosos de los conflictos energéticos más que la manera de evitarlos. Con el crecimiento de la población mundial y la disminución de los recursos, esa forma de pensar se hace cada vez más peligrosa.
Imagen: Falta de agua en China.
—¿Cuál es el papel del alza de precio de las energías fósiles, de los fertilizantes y los pesticidas en la actual crisis alimentaria?
—A primera vista, ciertos aspectos de la crisis alimentaria no parecen estar directamente vinculados a la dependencia de las energías fósiles. Por ejemplo, la escasez de agua se agrava por causa de la irrigación. Sin embargo, casi siempre (esa escasez) es consecuencia del cambio climático, que a su vez se debe a las emisiones de carbono provenientes de los combustibles fósiles. Después, está la erosión de los suelos, causada muy a menudo por los métodos modernos de producción agrícola intensiva que implican el uso de tractores y de otros aparatos agrícolas que consumen gasoil. Otro factor es la uniformidad genética de las semillas: las plantas se hacen más vulnerables a los parásitos y necesitan entonces más pesticidas, que contienen hidrocarburos. Si seguimos la cadena de causas que dan lugar a esas diversas amenazas contra nuestro sistema alimentario, casi todas tienden a provenir de una misma fuente.
Imagen: Empleo intensivo de Tractores de todo tipo. Cortesía de Mapa de España.
“De manera general, nuestro sistema alimentario moderno, basado en el consumo de energías fósiles, padece una grave vulnerabilidad a varios niveles y esa vulnerabilidad tiene ante todo su origen en nuestra dependencia de esas energías. La inevitable reducción del aprovisionamiento de combustible para los tractores será nefasta para los agricultores. Además, los compuestos químicos utilizados en la agricultura serán cada vez más caros. Los elevados costos del petróleo encarecerán el intercambio de productos alimenticios a través de grandes distancias. El cambio climático y la sequía reducirán las posibilidades de rendimiento de las semillas.
Imagen: Desertificación. Cortesía de Lasalle - España.
“Estamos ante una crisis alimentaria enteramente previsible, cuyas causas son evidentes. También son evidentes las políticas que habrá que adoptar: tenemos que comenzar a reformar nuestro sistema alimentario en su conjunto para reducir nuestra dependencia de las energías fósiles.
Publicado originariamente por Red Voltaire.
Reproducido por Transenerclima. Cortesía de Red Voltaire
. Se publicará en cuatro partes por su extensión. Esta es la Parte III.

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